Es el universo, estúpido.
Es el universo, estúpido (paráfrasis alterada de la popular expresión de James Carville “es la economía estúpido”)
Con frecuencia, en el ámbito político,
se asocia la libertad con el caos. Especialmente los llamados “izquierdistas”
consideran que deben regular constantemente la sociedad a fin de que los
fenómenos ocurran. Como si la sociedad fuera un vehículo que necesita el motor
del estado para funcionar. Leyes para controlar los precios, leyes para que
haya trabajo, leyes para que sean baratos los alquileres, leyes para que las
empresas produzcan...etc.
En primer lugar la libertad, en un
sentido político, es un marco regulatorio de las relaciones humanas. Es un
principio que indica hasta donde una persona tiene derecho a actuar sin
interferir con la vida del otro. De hecho, libertad y ley son dos aspectos de
un mismo fenómeno, es decir, la libertad y la ley son sinónimos (esto fue explicado muy bien por el filósofo
John Locke).
En segundo lugar hay montones de
fenómenos que no necesitan regulación debido a que el universo es una
estructura con sus propias leyes de funcionamiento, que no requieren de ningún
decreto jurídico para funcionar. El lenguaje por ejemplo, tiene sus propias
leyes gramaticales que no fueron inventadas por ningún decreto político.
Tampoco fue un diseño político que la cognición humana atraviese diferentes
etapas desde la niñez hasta la adolescencia, como los estadios
preoperacionales, el operacional concreto, el operacional formal, etc.
De la misma manera, en economía, las
leyes de la oferta y la demanda, el principio de utilidad marginal decreciente,
el principio de preferencia temporal, etc., fueron descubiertos y no diseñados
por decretos políticos.
Esta es la razón por la que los
primeros libertarios fueron los taoístas, ya que descubrieron intuitivamente un
orden que no requería de regulación alguna, y por eso aconsejaban a los
gobernantes “dejar las cosas a si mismas”.
En este sentido, los políticos
fanáticos de las regulaciones deberían comprender que la ley de gravedad es
independiente de sus deseos, y que más vale comprenderla para no romperse la
crisma al saltar al vacío.
Tal vez podríamos decirles a los“
Izquierdistas” y otros maníacos del control: deja de jugar a ser Dios, deja de
ser tan arrogante para creer que el universo te necesita a ti para funcionar. Relájate
y aprende de este universo maravilloso en vez de intentar manipular fenómenos
que ni siquiera comprendes. Suelta el control, te dañaras menos a ti mismo y a
los demás.
Fermín Garay
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