El arte encadenado
El arte encadenado El arte encadenado Se afirma a menudo que el arte solo puede sobrevivir bajo el comunismo, o que la iniciativa privada lo corrompe, lo convierte en mercancía y lo vacía de espíritu. Se sostiene que el capitalismo mata la sensibilidad y transforma al artista en un simple productor. Pero ¿es esto objetivamente cierto? ¿O se trata más bien de un relato conveniente para justificar la intromisión ideológica en uno de los espacios más íntimos del ser humano: la creación? A lo largo del siglo XX, los regímenes comunistas no solo intentaron remodelar la economía y la política, sino también el alma cultural de sus sociedades. Desde el realismo socialista soviético hasta las políticas culturales de la Cuba revolucionaria, el arte fue sistemáticamente instrumentalizado por el Estado. Se esperaba que el pintor representara al obrero, que el poeta escribiera sobre la revolución y que el músico exaltara al líder. La belleza dejó de ser un fin; se transformó en un medio de propagan...