¿A quién votar?
¿A quién votar?
Políticamente existen dos, y solo
dos, grandes doctrinas. La doctrina del control y la doctrina de la libertad. En el ámbito
jurídico estas dos doctrinas están mezcladas de manera confusa y caótica. A tal
punto es así, que probablemente una persona que haya estudiado ciencias jurídicas
sin profundizar en el estudio de su disciplina por su propia cuenta, no
comprenda este desorden. Y si ambas doctrinas se separaran debidamente y este
estudioso las mirara por separado, descubriría que gran parte de lo que conocía
como “derecho” era falso, y se asombraría del nuevo paisaje teórico que se
presenta ante sus ojos.
Un verdadero cambio de sistema,
como el que necesita nuestro país, solo puede darse mediante un profundo cambio
jurídico, que viene desde la base, desde lo que se entiende por “derecho”. Y
este entendimiento debe basarse también en una filosofía correcta, desde donde
vienen los principios rectores, anteriores, de la ciencia jurídica.
Semejante cambio excede en mucho
los cambios que se necesitan en el plano económico, crisis económica que es
solo la última consecuencia de una ciencia jurídica equivocada, basada en una
filosofía equivocada. Es tan profundo el cambio que se requiere, debido a que
ciertas ideas se han enquistado en las mentes, y las personas las piensan sin
darse cuenta, dando por supuesto un montón de parámetros teóricos equivocados o
no estudiados, que se perciben como si fueran verdades objetivas o empíricas.
Por supuesto cualquier movimiento, aunque sea
muy pequeño, en la dirección correcta, es bienvenido.
Fermín Garay
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