Algo sobre los liberales críticos de Milei
Algo sobre los liberales críticos
de Milei
En el "anti-mileísmo"
se prenden muchos que no tienen nada que ver con el liberalismo, pero
aprovechan los argumentos refinados que les proporcionan los liberales críticos
de Milei. Son argumentos que ellos mismos nunca podrían haber formulado, y
mucho menos comprendido. Sin embargo, los usan como si fueran propios,
simplemente para atacar a Milei.
Recuerdo un debate con una de
estas personas, que repetía con convicción algunas críticas provenientes del
liberalismo clásico. Le pregunté:
—¿Pero vos sos liberal?
Y me respondió:
—No, para nada.
Entonces le dije:
—¿Y entonces qué te importa si
una determinada política es liberal o no?
Obviamente, no le importaba en
absoluto. No le interesaba si una medida era o no coherente con los principios
liberales. Simplemente tomaba prestados argumentos sofisticados para justificar
su rechazo visceral hacia Milei.
Esto abre un tema interesante de
reflexión: ¿es oportuno que los liberales críticos de Milei expongan sus
críticas en este momento, cuando existe un riesgo real de que vuelva el
kirchnerismo? ¿No sería mejor hacer esas observaciones más adelante, cuando el
escenario político sea más estable? Difícil saberlo.
Este dilema me recuerda a una
distinción que hace Ken Wilber entre tres tipos de respuesta moral y cognitiva:
la preconvencional, la convencional y la postconvencional.
• La
etapa preconvencional es egocéntrica. Las personas en este nivel actúan
principalmente por miedo al castigo o por deseo de recompensa. No les importa
el bien común ni principios abstractos: solo buscan satisfacer sus propios
intereses o rechazar lo que no entienden o lo que los irrita.
• La
etapa convencional es sociocéntrica. La persona actúa en función de las normas
sociales, la aprobación del grupo o las reglas establecidas. Aquí aparece una
preocupación por la estabilidad, la ley y el orden.
• La
etapa postconvencional es más integradora. La persona ya no sigue ciegamente
las normas sociales, sino que las evalúa desde principios éticos más
universales o racionales. Puede cuestionar las convenciones desde un nivel
superior de desarrollo moral o cognitivo.
Lo interesante es que muchas de
las personas que rechazan a Milei lo hacen desde una actitud preconvencional,
es decir, sin reflexión profunda, motivados por la bronca, el rechazo
automático o un impulso reactivo contra “todo”. Sin embargo, usan críticas
postconvencionales —como las que podrían hacer liberales sofisticados o
intelectuales comprometidos con valores universales— como si fueran propias. Y
lo hacen sin comprenderlas, como si al repetir esas ideas automáticamente
adoptaran ese nivel de conciencia. Pero en realidad, lo que hacen es simular
una crítica elevada mientras su motivación sigue siendo muy básica y visceral.
Es un tema de reflexión
Fermín Garay
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