Identidad de género
Identidad de género
El concepto de “identidad de
género” carece de un referente real. No existe tal cosa como “sentirse varón” o
“sentirse mujer”, salvo como una ilusión de la mente. Las emociones no
determinan lo que algo es. Es un error creer que algo es verdadero simplemente
porque lo siento.
Tan equivocado sería pensar que
soy un automóvil porque así lo siento, como creer que soy varón o mujer
únicamente por una sensación interna. Somos varones o mujeres porque así lo
determina nuestro cuerpo físico, y esto lo conocemos mediante nuestra capacidad
cognitiva o racional.
Para que tenga sentido afirmar
“me siento varón” o “me siento mujer”, es necesario contar primero con una
definición clara de qué es “varón” y qué es “mujer”. Pero si esa definición es
enteramente subjetiva, entonces la afirmación se vuelve vacía, tautológica e
irrelevante desde el punto de vista racional.
Es como decir:
—“Soy mujer porque me siento
mujer”.
—¿Qué es ser mujer?
—“Sentirse mujer”.
Esto constituye una tautología.
Si el único criterio para “ser” algo es “sentirse como eso”, y ese “eso” no
está definido por nada externo, entonces cualquier cosa podría significar
cualquier cosa. Y eso destruye tanto la razón como la posibilidad de una
comunicación significativa.
De hecho, uno podría llegar a
pensar que las ideas contemporáneas de género funcionan como un instrumento
diseñado para socavar la capacidad racional: aquello que, en última instancia,
nos hace propiamente humanos.
Fermín Garay
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