Entre Budismo y Ayn Rand
Entre Budismo y Ayn Rand
Un dato curioso para investigadores solitarios
—es decir, personas que se dedican a indagar en cuestiones que no le
interesan a nadie— es que la teoría de
la mente del budismo guarda una notable semejanza con la teoría de la mente de
Ayn Rand.
Ayn Rand distingue en la mente
dos niveles:
1. Los cinco sentidos, que
reciben información del mundo exterior.
2. La mente conceptual, que
integra el material proveniente de esos sentidos.
En el budismo, al menos en una de
sus corrientes llamada Yogācāra, la mente se compone de los mismos elementos:
los cinco sentidos, que reciben información del mundo exterior, y la mente que
integra ese material. Sin embargo, esta corriente agrega dos aspectos
adicionales:
1. Kliṣṭamanas o “mente
contaminada”.
2. Ālaya-vijñāna, una dimensión
de la mente que explica algo muy parecido a lo que hoy llamaríamos
“inconsciente”.
El aspecto Kliṣṭamanas se
relaciona con el apego a nuestros procesos mentales, que constituye el factor
“contaminante” de la mente.
El aspecto Ālaya-vijñāna es la
“conciencia depósito”, un nivel de la mente que recibe todas las impresiones de
lo que hacemos con nuestra mente. Esas impresiones retornan a la mente consciente
y son distorsionadas nuevamente por Kliṣṭamanas. Luego vuelven a la conciencia
depósito, prolongando el proceso de manera infinita.
La práctica de meditación o zazen
consiste en transformar Kliṣṭamanas, soltando los procesos mentales una y otra
vez. Esto iría purificando la mente, ya que las impresiones desapegadas
regresan a la conciencia depósito de manera diferente, generando mejores
semillas mentales.
Fermín Garay
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