Escuelas de psicología
Qué tienen en común todas las escuelas de psicología
En el ámbito de la psicología suele haber bastante discusión sobre las diferentes escuelas. Cuando hablo de diferentes escuelas me refiero al psicoanálisis, la psicología cognitiva, la escuela gestáltica, la psicología sistémica, e incluso los enfoques menos convencionales, como las constelaciones familiares, biodecodificación, etc.
Una alternativa es que cada escuela de psicología dice algo que contradice a otra escuela, en cuyo caso estamos ante una incompatibilidad entre diferentes visiones del ser humano.
Otra alternativa es que cada escuela de psicología apunta a un sector diferente de la mente humana, es decir, mira algo que la otra escuela no mira. En este último caso no habría contradicción sino complementariedad entre los diferentes enfoques, algo parecido a lo que ocurre en medicina y las diferentes especialidades medicas.
Pero mas allá de estas alternativas hay algo que tienen en común todos los enfoques: todos tratan sobre lo que podríamos denominar “el mundo de las historias mentales”. Cada persona en terapia investiga sus características e historia personal, su particular forma de pensar y sentir, la historia de sus emociones y los factores que condicionaron una determinada emoción y pensamiento, así como una determinada conducta. Es decir, el paciente narra algo, ofrece una narrativa y una serie de dificultades o aspectos donde vive algún tipo de malestar o dolor (dicho sea de paso, no hay diferencia para los enfoques de psicología que tienen más en cuenta nuestro cuerpo físico, ya que en este caso las historias mentales se expresan también en nuestro cuerpo).
Incluso los enfoques de psicología menos convencionales, como las constelaciones familiares, tratan de narrativas que tendrían que ver con patrones mentales heredados de nuestros antepasados, que configuran nuestro particular modo de comportamiento.
En resumen, todas las escuelas de psicología trabajan con las “historias mentales” o “narrativas” que configuran la mente de cada paciente.
Una excepción, sin embargo, podría ser la llamada “psicología transpersonal” o algún enfoque que tenga en cuenta un aspecto que esta más allá de cualquier narrativa personal, aunque en este caso tal vez el concepto de “psicología” deja de ser adecuado, al menos en cuanto a esa dimensión que se sale o esta “mas allá” de nuestra mente.
En resumen, la mente humana es un constante estado de construcción, construcción de deseos, construcciones de conceptos, de imágenes, de sufrimientos, de expectativas, de intereses y de persecución de esos intereses… incluso dormidos estamos en estado de construcción de sueños.
Y la psicoterapia es trabajar con estas construcciones y modificar algunas de ellas para que sean menos dañosas.
Un mas allá de la psicoterapia implica un mas allá de toda construcción, una práctica que haga posible, por momentos, una percepción sin construcción.
Una percepción sin construcción es también lo que podríamos llamar “percepción sin yo”, o “percepción sin mi”.
Fermín Garay
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