Sobre la identidad de género

 Sobre la identidad de género


La identidad de género, como concepto, parece estar vacío. Es decir, sería un concepto sin referente.

Un experimento bastante sencillo para discernir la afirmación anterior puede ser el siguiente: siéntese, relájese, y cierre sus ojos. Ahora imagine que carece de cuerpo físico. Es usted solo una mente sin cuerpo. ¿Que encuentra allí?...  verá que hay pensamientos, emociones, imágenes, diferentes estados anímicos. Nada de eso puede ser llamado “varón” o “mujer”.  Los pensamientos son pensamientos, las emociones son emociones, careciendo de atributos masculinos o femeninos.

Por lo tanto, la única cosa que puede indicarnos que somos varones o mujeres es nuestro cuerpo físico. No existe ninguna otra referencia para saberlo.

Esto no significa que si pueda hablarse de roles masculinos y femeninos, que se refiere a comportamientos esperables en diferentes culturas para varones y mujeres. Estos roles sin duda pueden cambiar, pueden cuestionarse y revisarse.

Pero cuando hablamos de “identidad” de género no existe como referente real. El fenómeno de la identidad de género podrá explicarse desde la psicología o la sociología, pero carece de existencia en un sentido ontológico.

Claro que alguien podría argumentar lo siguiente: “de acuerdo, el concepto identidad de género no tiene existencia empírica, objetiva, es una percepción subjetiva y social, y eso es lo que afirma la creencia en la identidad de género”. Sin embargo, ante este argumento habría que señalar el hecho de que una experiencia subjetiva no se vuelve real solo por ser subjetiva. Alguien podría afirmar que es un unicornio, y no por eso la afirmación es verdadera por ser una experiencia subjetiva.

Además, las experiencias subjetivas también tienen referentes subjetivos, por ejemplo uno puede usar la palabra “miedo”, “odio”, “alegría”, etc. Y esas expresiones tienen referentes, es decir, se refieren a ciertas experiencias anímicas concretas.

Pero aun así alguien podría argumentar lo siguiente: “de acuerdo, pero la creencia de ser un unicornio es falsa porque se refiere a un hecho, y no existe tal hecho. En cambio, el concepto de identidad de género no se refiere a ningún hecho, no necesita apelar a ningún fenómeno objetivo para validarse. Es un concepto auto referencial, no apunta a algo más”.

Y eso es a lo que me refiero cuando digo que el concepto identidad de género es vacío, es decir, no apunta a nada ni significa nada. Es como si dijera la expresión “ratnddgbrtyf”, que tal vez podría ser solo un sonido no identificable.

 

Fermin Garay

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