Liberalismo y contexto

 


Liberalismo y contexto

Últimamente surge la pregunta sobre los liberales que rechazan rotundamente el gobierno de Milei. Por un lado, como ocurre con cualquier gobierno o persona, existen fallas o errores en la gestión actual, y no tiene nada de extraño que muchos liberales señalen desaciertos y aspectos que podrían mejorarse.

Sin embargo, cuando estos liberales parecen elegir o propiciar un retorno a una economía totalmente intervenida, bajo el argumento de que el gobierno de Milei no es “verdaderamente liberal” o no representa un “liberalismo puro”, estas actitudes resultan más desconcertantes.

La explicación pareciera ser que algunos liberales se mantienen tan fieles a un ideal teórico que rechazan los contextos de la vida real. Piensan en términos absolutos: o es la totalidad del liberalismo, o no es nada.

La palabra “contexto” proviene del latín contextus, que significa “lo tejido junto” o “conexión”. El contexto es el conjunto de circunstancias, condiciones o factores que rodean un hecho, una palabra, una acción o una situación, y que permiten comprender mejor su significado. En otras palabras, es aquello que da sentido y explica por qué algo ocurre o se expresa de determinada manera. Aunque intentemos aplicar principios liberales, estas acciones siempre se desarrollan dentro de determinados contextos que se encuentran “junto a” ese intento de liberalismo.

Si la vida fuera un lienzo en blanco donde simplemente pudiéramos pintar lo que quisiéramos, todo sería muy sencillo. Pero pensar de esa manera refleja un profundo desconocimiento del funcionamiento de la realidad.

El ser humano, con frecuencia, se mueve en los extremos: o idealismo o materialismo, o pensamiento o acción. Sin embargo, el pragmatismo es tan importante como los ideales. Si para llegar desde el punto A al punto F debo pasar por los puntos B, C, D, etc., una actitud sensata valora cada milímetro ganado en la lucha por alcanzar la meta.

En cambio, una actitud insensata se rehúsa a avanzar un solo milímetro porque aún no se ha alcanzado la meta.

Obviamente, Milei, con su estilo habitual, llama “libertarados” a estos liberales que viven refugiados en el mundo de las ideas. No obstante, el análisis de este fenómeno requiere una reflexión más profunda.

Fermín Garay


Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL NEOLIBERALISMO

¿HAY JUSTICIA PARA LA CORRUPCION EN LA ARGENTINA?

Informe Crítico de la Gestión de Maximiliano Pullaro en Santa Fe (2024–2025)